Sabino
Bastidas Colinas
Definición
La Constitución representa la estructura de
una comunidad política organizada, es decir, el orden necesario que deriva de
la designación de un poder soberano y de los órganos que lo ejercitan. De esta
manera, la Constitución es inmanente a cualquier sociedad y representa
contemporáneamente una teoría jurídica y una teoría política. Como una teoría
jurídica, la Constitución aparece en la base de una forana particular de
gobierno que se rige por un conjunto de leyes objetivas y por la supremacía de
la racionalidad del derecho sobre el poder de los gobernantes; como una teoría
política, la Constitución se inspira en la defensa y el ejercicio de los
derechos individuales de los ciudadanos colocando al Estado en la condición de
no poder violarlos y, por lo tanto, limitando sus atribuciones. El
constitucionalismo se refiere a la reflexión sobre los principios jurídicos
básicos que permiten a una Constitución asegurar a la sociedad, sin importar
las diferentes condiciones históricas imperantes, el mejor orden político. Para
analizar la Constitución no existe una definición unívoca, de una vez y para
siempre, ya que su riqueza teórica y su complejidad histórica indican los
grandes dilemas dentro de los cuales se ha desarrollado la reflexión sobre las
constituciones políticas. Harold Berman estudia la Constitución a través de la
tradición jurídica de Occidente; él sostiene que es principalmente una
invención de la época moderna referida a la doctrina estadunidense de la
supremacía de la Constitución escrita sobre las leyes aplicadas. La importancia
de reflexionar sobre la Constitución en el momento actual radica en que existe
un desencanto por los modelos constitucionales existentes, calificados por
muchos autores como no acordes con los tiempos que corren, así como por el
fervor por la ingeniería constitucional y los procesos de reforma del Estado.
Entre nuestros políticos, la imagen de un cambio constitucional que se adecúe a
la era de la globali- zación económica, política y cultural de nuestros tiempos
resulta ser muy atractiva; por tanto, para analizar el futuro de la
Constitución debemos primero saber de dónde viene y a dónde va a fin de que
responda a los desafíos del próximo milenio.